El niño con el corazón dividido

A propósito de las fiestas navideñas y de fin de año; existen casos de niños que manifiestan un grado de ansiedad elevado por verse ante la responsabilidad de decidir con quién pasar navidad, sobre todo, por evitar que su decisión molestara o hiciera sentir mal a alguno de sus padres, teniendo la fantasía de que si esto ocurría podría perder para siempre a alguno de ellos.

Como él, existe un alto número de niños que, lejos de disfrutar de la unión familiar, se encuentran agobiados por tener que elegir con cuál de sus progenitores pasar la temporada, debido a que los padres no logran llegar a un acuerdo.

Cuando las familias están integradas por una pareja e hijos, los adultos juegan el rol de pareja y de padres al mismo tiempo. En el rol de padres se tiene el desafío y la responsabilidad de generar las condiciones indispensables para el desarrollo saludable de los hijos.

En ocasiones cuando los progenitores se separan y no logran resolver sus conflictos, intentan formar una alianza con el hijo, con el fin de destruir el vínculo con el otro progenitor a través de chantajes emocionales y descalificaciones, pero olvidan que el hijo ama a los dos y no puede elegir darle su cariño sólo a uno de ellos, situación que lo coloca en un conflicto de lealtades, cualquier elección que tome significa una pérdida para él.

Esta situación que se presenta en algunas rupturas conyugales conflictivas es definida por Richard A. Gardner (1985) como “Síndrome de Alienación Parental”.

Para evitar la ansiedad derivada de lo anterior, los progenitores deben llegar a acuerdos que favorezcan el sano desarrollo de sus hijos.